Soy de años un amante de la cerveza. Desde hace mucho tiempo quise aprender el arte de su fabricación, y el año 2013 hice un curso básico de elaboración de cervezas, y adquirí mi primer equipo para 20 litros de producción. Desde entonces comenzó un apasionante camino de aprendizaje y experimentación, en las que el éxito de las recetas se transformaron a veces en fracaso. La experiencia conseguida fue de gran ayuda para perfeccionar al menos 3 recetas, las cuales comenzaron a tener muy buena aceptación tanto de los amigos, como de la familia. A fines del 2016 ya había logrado mantener un standard bastante bueno en cada producción y se comenzaron a vender la primeras botellas, principalmente a amigos, familiares y colegas. Eso me llevó a ver la posibilidad de convertir este hobby en un negocio. Fue así como a principios del 2017 comencé a materializar este proyecto y comenzar una nueva etapa como un emprendimiento familiar.
Soy desde adolescente un admirador de la literatura del escritor inglés J.R.R. Tolkien, quien en sus libros crea un mundo fantástico, lleno de criaturas mágicas y razas de personas de distinta índole. Cuando estaba en busca de un nombre para mi cerveza me encontraba leyendo por enésima vez la saga del Señor de Los Anillos, en donde una raza en especial, los hobbits, son grandes amantes de la vida campestre, de la buena mesa, de los árboles, lo animales y por su puesto también de la buena cerveza, la mejor de la cual la pueden encontrar en la taberna “El Dragón Verde”.
Los paisajes descritos en los libros, la naturaleza de su gente, la magia del entorno, entre otras cosas, que se asimilan mucho a nuestro paisaje Valdiviano, me hicieron querer rescatar esos conceptos y por qué no, llegar a ser “la mejor cerveza de la comarca…”